Cierra los ojos e imagina un paisaje que te invita a respirar profundo y a sacar una sonrisa enorme.
Has llegado…
… a ese sitio donde existen diferentes olores, donde hay pequeños seres que viven ahí y te invitan a formar parte de él. Un lugar donde parece detenerse el tiempo. Donde no hay juicios. Donde puedes relajarte, reflexionar, recargarte de energía. Un lugar que es música para el alma y movimiento para el cuerpo.
Te invita a admirarlo, pintarlo, fotografiarlo, acariciarlo… Donde cada estación del año te brinda sus mejores poses. Un invierno que cubre cada rincón con su manto blanco. Donde los días son más cortos y las noches más largas. Una primavera que da paso al florecer más profundo de arbustos y árboles, y finaliza la época de lluvias. Un verano donde sus días son más largos y sus noches más breves, y donde si miras al cielo parecen corretear las estrellas. Un otoño donde caen las hojas para dar paso a nuevos comienzos.
Este sitio se llama naturaleza.
Brinda multitud de beneficios entre los que se encuentra el movimiento, explorar nuestras propias capacidades, una oxigenación y la recuperación de valores en conexión con la misma.
Es por ello, que desde CITA trabajamos esta área, de la mano de otras del método PANAMA, porque sola es un tesoro, pero juntas se hacen fuertes y reforzantes.
En tu mano está cuidar el entorno, admirarlo, sentirlo, acompañarlo y sobre todo respetarlo. Así, ella seguirá teniendo su esencia preciosa de naturaleza viva y nos seguirá deleitando con multitud de baños.
La naturaleza es hogar. Ella siempre estará para recordarte que puedes viajar a tu interior y abrazarte a cada instante. Gracias, madre tierra.
“En cada paseo por la naturaleza, el hombre recibe mucho más de lo que busca.” John Muir.